Todos sabemos que los presupuestos no vinculan. Tu lo aceptas o no y ya vale... ¡Pero no el del PNAG! Es un presupuesto en el que el mediador (inmobiliaria, buffette, API, lo que sea que haga
de intermediario) insta al propietario a poner precio a la/s vivienda/s. Hasta aquí, es un presupuesto normal. Lo malo es
cuando le pone una clausula sometiendo el presupuesto al mismo arbitraje que el contrato (esto vale tanto
para alquileres como para ventas). Me recuerda a esos contratos de exclusividad super-abusivos que hacían firmar antes las
inmobiliarias. En este contrato disfrazado de presupuesto, si el propietario decidiera al final no vender, o cambiar el precio
presupuestado, o vendiera/alquilara por su cuenta, podría verse denunciado ante la Corte Española por el mediador, al haberse
sometido a un arbitraje que tumba de puro tufo a abusivo.
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